PARKISON
La enfermedad de Parkinson (EP),
también denominada Parkinsonismo idiopático, parálisis agitante o simplemente
párkinson, es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo
a una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción, por
causas que todavía se desconocen.
DESCRIPCION DE LA ENFERMEDAD
Esta enfermedad representa el
siguiente trastorno neurodegenerativo por su frecuencia, situándose por detrás
de la enfermedad de Alzheimer. Está extendida por todo el mundo y afecta
tanto al sexo masculino como al femenino, siendo frecuente que aparezca a
partir del sexto decenio de vida. Además de esta variedad tardía, existe otra
versión precoz que se manifiesta en edades inferiores a los cuarenta años.
FACTOR DE RIESGO
Algunos de estos factores de
riesgo del párkinson son:
- Antecedentes familiares positivos
(componente genético).
- Sexo masculino: las
mujeres son menos propensas a desarrollar la enfermedad.
- Lesión craneal: traumatismos,
golpes repetidos en la cabeza (parkinsonismo de los boxeadores).
- Exposición a pesticidas.
- Consumo de agua de bebederos y
residencia en medios rurales.
Otros factores de riesgo ligados
con menor frecuencia a la enfermedad de Parkinson son el consumo de café,
tabaquismo, uso de antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno,
indometacina...) y la terapia hormonal sustitutiva en mujeres postmenopáusicas.
TRATAMIENTO
La terapia para el párkinson no
cura la enfermedad (recordemos que es degenerativa), pero está comprobado que
la calidad de vida de los pacientes mejora sensiblemente cuando se adhieren al
tratamiento y lo siguen regularmente. No obstante, aproximadamente un 5-10% de
los enfermos no responderán de manera efectiva al tratamiento. Además, no todos
los tratamientos son adecuados para todos los tipos de párkinson. El médico
decidirá el tratamiento más efectivo en función de la forma de párkinson que
haya sido diagnosticado.
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